El día 1 de enero un grupo de amigos habiamos quedado a las afueras de Badalona sobre las 9:30 un pelin más tarde de lo habitual para evitar encontranos con la peña que van de regreso a su casa y que van conduciendo bajo los efectos del alcohol. Un cuarto de hora antes me llama mi amigo Josep Ferrer avisandome que las sabanas se les había pegado y que le esperaramos 5 minutos más que él de seguida llegaría al punto de encuentro. Cuando yo llego al lugar de salida le comento a mis compañeros que deberíamos espera un pelin más, pero algunos tenían compromisos y nos disponían de más de 2 horas, así que pasado 7 minutos y viendo que no aparecía la mayoría decide dada por concluida la espera. (pensareis: vaya "kabrones"). Es muy buen chaval pero con el reloj está peleado. Luego enseguida nos llamo Josep cuando llego al lugar de salida y vió que no estabamos, le dijimos que le esperabamos yendo a una marcha más lenta. Pero el calentón que se dio para darnos caza fue tremendo, sudando la nueva indumentaria con la que correrá el año que viene.
Como dice el refran: "año nuevo, vida nueva", lo digo porque nuestro amigo Ferrer el año que viene correra en un nuevo equipo de Master de Reus (Tarragona).
Continuando con la salida, allá por Caldes d'Estrac despedimos a David Rodenas y Juan Ramon que tenían compromisos familiares y solo quedamos tres (Toni Gil, Josep Ferrer y yo). Aprovechamos el momento para planificar la ruta del día para hacer algo de "Millas"(entrenamiento >4h) . El Objetivo es ir hasta Malgrat de Mar y al regreso a la altura de Sant Pol de Mar, volver por Sant Cebría de Vallalta y recorrer todo la collada del pollastre, y disfrutar de una mayor calma por carreteras menos transitadas por los vehículos de motor, para más tarde de nuevo incorporarnos a la NII a la altura de Mataró y no abandonar esta nacional hasta Badalona.
Josep Ferrer sufriendo un calentón para dar caza al cuarteto
Estrenando la ropa de su nuevo equipo
Buscando la tranquilidad a la altura de Pineda de Mar, transitando por una carretera vecinal
Paramos en un bar que encontramos en Pineda de Mar y no queríamos ser menos con la tradición de año nuevo y nos pedimos unos cafés con leches con churros, lo que no sabíamos es que nos iban a servir una generosisima ración de churros
Nos quejamos con la excesiva cantidad servida, pero al final no dejamos ni las "migas"
Perfil del recorrido realizado por cortesía de Josep Ferrer
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